Muros que gritan- Carmona Dextre, Flores Campos
Muros que gritan
el lugar de la ética profesional en la formación universitaria
La ética, como reflexión crítica de segundo orden sobre los valores o
comportamientos previos, proporciona razones que justifican o no las acciones, analizando los comportamientos morales. La ética explica, desde
patrones de generalidad o universalidad, la experiencia moral humana y
prescribe los modos de comportamiento justificables.
Ética personal y ética política
La ética personal se ocupa de todas las acciones realizadas por la
persona individual en cuanto tal, incluidas las que conciernen a la sociedad
política — por ejemplo, pagar los impuestos —, valorando su congruencia
con el bien de la vida humana tomada en su conjunto; o sea, valorando su
moralidad, que comprende también la virtud de la justicia.
La ética se articula en la vida, y ésta se articula mediante las acciones
que el hombre concreto realiza. Y la ética, además, busca orientar la vida, “constituye una guía de la acción”; la ética está entrelazada a la vida, y sin aquélla
esta última no podría concebirse porque pocas realidades, si no es que ninguna, pueden ser neutras (la ética, en cambio, critica, juzga). De hecho, el vínculo
inseparable entre vida y ética se puede ver claramente en la pregunta fundamental de la ética: ¿cómo hemos de vivir? “Por eso, si la pregunta radical sobre
cómo hemos de vivir nos ubica en el punto en que sopesamos las diferentes
formas de vivir, nos pone frente a los problemas éticos más fundamentales, y
nos lleva a las preguntas éticas que nos dicen cómo hemos de actuar y cuál es
esa buena vida, la eubios de la que hablaba Aristóteles que, sin realizarse en
solitario sino siempre en relación, nos hará ser realmente personas, realmente
humanos” (p. 14).
La ética es un factor de influencia de vital importancia para garantizar la fidelidad de los
acontecimientos, el respeto a la verdad y la confianza en
las ciencias, que de irrespetarse repercutirá en toda la
obra posterior que tenga como referentes teóricos estos
aportes distorsionados.
Convergencias de la ética periodística en el ejercicio profesional del comunicador
La ética periodística se configura como una herramienta fundamental para el ejercicio responsable del periodismo, no sólo como un conjunto de normas, sino como una forma de compromiso con la verdad, la equidad, el respeto por la dignidad humana y la justicia social. El periodista ético asume una postura crítica y reflexiva, consciente de su papel en la formación de la opinión pública y en la consolidación de sociedades democráticas.
La ética periodística no puede reducirse a un listado de normas ni a una serie de reglas de comportamiento profesional, sino que debe comprenderse como una actitud constante de reflexión crítica sobre el quehacer informativo y su impacto en la sociedad. El periodista tiene la responsabilidad de ser veraz, independiente, riguroso y justo. La ética, en este sentido, se convierte en el pilar que sustenta la credibilidad del periodista y el medio para el que trabaja. Esta credibilidad no se hereda ni se impone, sino que se construye a partir del compromiso diario con la verdad y con los valores democráticos. El respeto a las personas, el derecho a la información y la defensa del interés público son ejes centrales de esta práctica ética. Frente a las presiones del mercado, la inmediatez de las redes sociales y la espectacularización de la información, la ética se erige como un ejercicio de resistencia y de responsabilidad moral con los ciudadanos.
La ética periodística está intrínsecamente ligada al compromiso del periodista con la sociedad. No se trata únicamente de cumplir con ciertas normas o códigos deontológicos, sino de ejercer un periodismo que respete la dignidad humana, que sea transparente en sus métodos y que asuma con responsabilidad las consecuencias de su discurso. El periodista ético no busca simplemente informar, sino hacerlo con integridad, verificando los datos, evitando el sensacionalismo y priorizando el interés público sobre los intereses personales o corporativos. En tiempos de sobreinformación y noticias falsas, el rol ético del periodista es aún más esencial: debe ser un guardián de la verdad, un mediador entre los hechos y la ciudadanía, comprometido con la justicia y con el fortalecimiento de la democracia
El ejercicio ético del periodismo implica la constante toma de decisiones en contextos donde se cruzan intereses personales, empresariales, políticos y sociales. Por ello, la ética no puede estar relegada a un segundo plano ni considerarse una opción secundaria, sino que debe ser un principio rector del actuar profesional. La credibilidad del periodista depende directamente de su conducta ética, la cual se manifiesta en la forma en que selecciona, construye y transmite la información. En este sentido, los códigos deontológicos son una guía útil, pero no sustituyen la reflexión individual y colectiva sobre el impacto de la labor periodística. El periodista ético se pregunta por el daño potencial de una información, por el equilibrio entre el derecho a saber y el respeto a la intimidad, y por la equidad en la cobertura de los distintos sectores sociales. Así, la ética se convierte en una herramienta indispensable para fortalecer el rol social del periodismo en las democracias contemporáneas.
Análisis sobre la ética periodística en los medios de comunicación
La ética periodística se fundamenta en la responsabilidad social del periodista, cuyo objetivo primordial debe ser el servicio a la verdad, a la ciudadanía y al fortalecimiento de la democracia. La práctica ética implica, no solo respetar principios como la veracidad, la independencia, la equidad y el respeto por los derechos humanos, sino también reflexionar sobre los efectos de la información difundida. En un contexto marcado por la polarización, la desinformación y la presión de los intereses económicos y políticos, la ética se convierte en una brújula indispensable para preservar la integridad de la labor periodística. El periodista ético está obligado a contrastar fuentes, verificar datos y evitar caer en el sensacionalismo o la manipulación. Asimismo, debe estar comprometido con la transparencia, reconocer errores y dar voz a los sectores marginados. En suma, la ética periodística no es un conjunto de normas abstractas, sino una práctica cotidiana que define la credibilidad y la utilidad social del periodismo.
Video: V. Completa. Ética actualizada. José Ramón Ayllón, filósofo y escritor
Video: La ética del periodismo
Comentarios
Publicar un comentario